domingo, 6 de septiembre de 2009

MAPA PSICOGEOGRÁFICO...

MAPA PSICOGEOGRÁFICO RESULTADO DE UNA DERIVA REALIZADA EN LA EXPLANADA DEL MUAC...AQUI SE DESCRIBE EL MAPEO MENTAL DE LA ACCIÓN, DESCRIBIENDO LOS SONIDOS, OLORES, SENSACIÓNES, EN FIN TODA AQUELLA PERSEPCIÓN RESULTADO DE LA ACCIÓN...FUI VENDADA POR TANTO NO VEIA Y MI GUIA ERA ARLETTE, COMPAÑERA DEL TALLER...EN FIN AQUI LES DEJO MI MAPA DE LA DERIVA...

miércoles, 15 de julio de 2009

mesa l{udica

mobiliario lúdico

Ociosidades





Esas cacas tan feas, día tras día las veo enfrente de mi casa, poco mas adelante o atrás, en las jardineras si las hay, a media banqueta, estorbando el paso, ahí están. Pienso en su destino final, como se van haciendo duras con el tiempo, como después se hacen polvo y son arrastradas por el viento, se elevan por los aires y entran por quien sabe donde. ¿A dónde entran? Nuestros pulmones, están en nuestras manos, difuminadas sobre nuestra ropa, polvo imperceptible, pero seguro muy presente.

Y es que el hecho no es que estén, es que parece que a nadie le importa, las dejan resecarse y volar libremente. No son feas, no señor, no lo son, cafés y largas como gusanos, como espirales, como rocas, si uno las ve bien les puede encontrar forma, una pipa, una nube, incluso un árbol con mucha, mucha imaginación.

Igual (personalmente) no me gustan, pienso en lo abyecto, lo sucio, deseo evitar el contacto y me viene el vértigo, enfrentando esta situación decidí tener un encuentro cercano con estos desechos abandonados y verlos meramente como formas.

Reflexionando también en la forma indiscriminada en que modificamos nuestro entorno y desplazamos nuestros desechos, orgánicos e inorgánicos, con indiferencia, donde caiga y como caiga. Me plantee un ejercicio que marcara la diferencia no solo en la presentación del desecho, sino también rompiendo la indeferencia en el acto de desechar, haciendo un énfasis especial en el qué y el como.



Formé varias composiciones partiendo de las banquetas con suciedad y aprovechando la basura que encontré en la calle: hojas de planta y dientes de león, a las que manipulé dándoles formas gratas y populares como caritas felices, corazones, estrellas, flores, nubes, árboles etc…



Puedo considerar el producto de esta acción como un dibujo efímero, que debido a la naturaleza de sus materiales tiene algo de extrañeza para el transeúnte cotidiano, que bien puede elegir considerarlo un objeto más de su indiferencia o bien cuestionarse porque rayos alguien adorna las cacas, lo que puede llevar a la consecuente pregunta de porque permitimos como colectividad que permanezcan en nuestro espacio común o simplemente reírse del impulso lúdico, ocioso del que “no tiene nada que hacer”.

Son las lecturas que adivino, sin embargo las posibilidades están abiertas.



Ideas No.

martes, 14 de julio de 2009

jueves, 9 de julio de 2009

Claves de la Deriva


Teoría de la deriva
Guy Debord
(1958)
Texto aparecido en el # 2 de Internationale Situationniste. Traducción extraída de Internacional situacionista, vol. I: La realización del arte, Madrid, Literatura Gris, 1999.


Entre los diversos procedimientos situacionistas, la deriva se presenta como una técnica de paso ininterrumpido a través de ambientes diversos. El concepto de deriva está ligado indisolublemente al reconocimiento de efectos de naturaleza psicogeográfica, y a la afirmación de un comportamiento lúdico-constructivo, lo que la opone en todos los aspectos a las nociones clásicas de viaje y de paseo.
Una o varias personas que se abandonan a la deriva renuncian durante un tiempo más o menos largo a los motivos para desplazarse o actuar normales en las relaciones, trabajos y entretenimientos que les son propios, para dejarse llevar por las solicitaciones del terreno y los encuentros que a él corresponden. La parte aleatoria es menos determinante de lo que se cree: desde el punto de vista de la deriva, existe un relieve psicogeográfico de las ciudades, con corrientes constantes, puntos fijos y remolinos que hacen difícil el acceso o la salida a ciertas zonas.
Pero la deriva, en su carácter unitario, comprende ese dejarse llevar y su contradicción necesaria: el dominio de las variables psicogeográficas por el conocimiento y el cálculo de sus posibilidades. Bajo este último aspecto, los datos puestos en evidencia por la ecología, aun siendo a priori muy limitado el espacio social que esta ciencia se propone estudiar, no dejan de ser útiles para apoyar el pensamiento psicogeográfico.
El análisis ecológico del carácter absoluto o relativo de los cortes del tejido urbano, del papel de los microclimas, de las unidades elementales completamente distintas de los barrios administrativos, y sobre todo de la acción dominante de los centros de atracción, debe utilizarse y completarse con el método psicogeográfico. El terreno pasional objetivo en el que se mueve la deriva debe definirse al mismo tiempo de acuerdo con su propio determinismo y con sus relaciones con la morfología social.


El azar juega en la deriva un papel tanto más importante cuanto menos asentada esté todavía la observación psicogeográfica. Pero la acción del azar es naturalmente conservadora y tiende, en un nuevo marco, a reducir todo a la alternancia de un número limitado de variantes y al hábito. Al no ser el progreso más que la ruptura de alguno de los marcos en los que actúa el azar mediante la creación de nuevas condiciones más favorables a nuestros designios, se puede decir que los azares de la deriva son esencialmente diferentes de los del paseo, pero que se corre el riesgo de que los primeros atractivos psicogeográficos que se descubren fijen al sujeto o al grupo que deriva alrededor de nuevos ejes habituales, a los que todo les hace volver constantemente.